martes, 24 de noviembre de 2015

Análisis del Clásico. Vergüenza

El esperado duelo del sábado contra el Barcelona acabó convirtiéndose en una pesadilla para todo el madridismo, ya que el equipo encajó un 0-4 a manos del eterno rival tan vergonzante por el resultado en sí como por la manera en que se produjo, donde el equipo no demostró en ningún momento esar a la altura del rival.

Comenzó el partido con la sorpresa relativa de la alineación, en la que Benítez pareció renunciar a su idea futbolística en aras de contentar las demandas que se venían haciendo. Aún así creo que pocos entre los aficionados podíamos poner pegas a un 11 que ofrecía todas las garantías posibles. Sin embargo en los primeros minutos todo comenzó a venirse abajo, el Barcelona se asentó en el campo con una facilidad insultante y fruto de esto, y de un error de Ramos (para variar) llegó el 0-1 de Suárez cuando no se había cumplido ni un cuarto de hora de partido. Lejos de espolear al equipo, el gol lo sumió en una desidia y una falta de carácter y ganas inaceptables en un partido de esta trascendencia, y fruto de los cuales llegaron el 0-2 y,tras el descanso, el 0-3 (ambos tras errores nuevamente de Ramos, el central de los 10 millones por temporada) y el definitivo 0-4. Por el camino el equipo dejo imágenes tan lamentables que resulta imposible creer que no fueran detectadas por el entrenador, siendo especialmente sangrantes el vacío absoluto en el centro del campo y la falta de compromiso defensivo de la delantera.

Sinceramente, y sin eximirle totalmente de su parte de responsabilidad, me resisto a creer que deficiencias tan evidentes no fueran detectadas por Benítez, de hecho dudo que cualquier entrenador titulado sea incapaz de ver el problema, y de plantear un sistema de juego que se acerque mínimamente a lo visto. Por tanto hay que poner el foco en otra parte: Los jugadores. Ésos que siempre se van de rositas, que no han hecho más que desafiar al club por haberles quitado al entrenador que ellos supuestamente querían (no le querrían tanto cuanto le sometieron a ridículos parecidos la temporada pasada). Ésos que no comulgan con la idea de juego de su entrenador porque les obliga a realizar más esfuerzos en lo táctico y a no depender tanto de su calidad individual (que, por mucha que tengan, la mayoría sólo muestra en contadas ocasiones). En resumen, ésos que carecen, no ya de profesionalidad para acatar y cumplir las instrucciones de sus superiores, si no también de amor propio que les haga reaccionar con un mínimo de coraje a una humillación (y este grupo ya lleva unas cuantas) sufrida en su propio estadio a manos de su máximo rival. Esto es especialmente sangrante cuando comparas la actitud del rival, buscando constantemente humillarnos (como debe ser), y la nuestra el año pasado cuando con 3-1 se les perdonó una goleada histórica. Y es que como dice Jaldo1983: Estos jugadores son unos perdedores, y encima de los peores, de los que les da igual perder.

Por todo esto, y a pesar de la protección de los palmeros de la prensa, y de cierto sector de la afición obcecado en machacar al entrenador, considero  a los jugadores los máximos responsables de la debacle del sábado, unos jugadores que, una vez más, han manchado la camiseta del Madrid de lo único que no puede mancharse jamás: de vergüenza.

Como ya he dicho antes, Benítez también tiene su parte de responsablidad, al haber cedido ante presiones externas y haber jugado con el 11 y el estilo que él probablemente no creía mejores, Tampoco se libra Florentino, puesto que si este grupo de divas y niñatos mimados se cree por encima de una institución de más de 100 años de historia es en gran parte por su culpa, por haber cedido a presiones varias de muchos de los pesos pesados, y no haber mantenido una exigencia acorde con el Real Madrid.

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