martes, 6 de octubre de 2015

Análisis del derbi. Sin ambición.

El derbi de liga disputado el pasado domingo en el Vicente Calderón nos dejó con sensaciones encontradas, visto el rendimiento del equipo en las dos mitades del partido.

A diferencia de otros años el equipo entró bien plantado al choque, confirmando la superioridad teórica sobre el rival. Como consecuencia de estó llegó el tanto de Benzema que ponía el 0-1 en el marcador tras una gran jugada de Carvajal, que disputó sus mejores minutos en lo que va de temporada hasta que Correa le sacó del partido lesionándole con una entrada a destiempo "intensa". Tras el gol, el equipo adquirió aún más seguridad y mantuvo prácticamente bajo control a un impotente Atlético. Digo prácticamente porque, como viene siendo costumbre, Ramos cometió un error grave (y van...) en un partido importante, creando de la nada un penalti absurdo que Keylor, excepcional una vez más, detuvo de forma espectacular. Aún así no hay que preocuparse, el central madridista considera que su error no es impartante porque no acabó en gol y prefiere cargar contra su entrenador por haberle reprendido, como buen capitán ejemplar. Ramos al margen, el dominio del equipo en la primera mitad fue sobresaliente, con Casemiro abortando los torpes intentos de ataque locales y un excepcional Benzema torturando a la pareja Giménez-Godín, a pesar de esto el dominio no pudo concretarse en más goles, principalmente por una falta evidente de agresividad ofensiva, personificada en el mal partido de jugadores como Cristiano o Isco, que en ningún momento buscaron hacer más daño al rival.

En la segunda mitad, ya con Carvajal en la enfermería con el beneplácito de Undiano, el equipo perdió su principal vía de penetración y con ello mucha profundidad, puesto que Arbeloa ni está ni se le espera en partidos de este nivel. El Atlético  comenzó a adelantar líneas y a buscar hacer daño por el costado derecho madridista, que ahora se había convertido en el lado débil, pero un excepcional Casemiro y un Varane muy seguro abortaban toda situación de peligro. Con este panorama, Benítez buscó matar el partido a la contra con la entrada de Bale por un Isco muy poco vertical. Pero ni el galés ni Cristiano consiguieron armar un cotragolpe decente o conectar con un Benzema que se vio muy solo todo el segundo tiempo. La salida del francés, único error manifiesto del técnico blanco, eliminó todo atisbo de peligro para los de Simeone, que estrecharon el cerco sobre el área de Keylor Navas aunque no conseguían encontrar la forma de entrar. Finalmente un error de Arbeloa favoreció la internada por banda de Jackson Martínez, que unida a la falta de contundencia en el área, acabó con el empate de Vietto. Y pudo ser peor si Keylor no ataja un disparo peligroso de Jackson hacia el final del partido.

En resumen, una vez más se perdonó al rival en un partido grande, tanto cuando se le tuvo dominado como cuando se pudo matar a la contra, y esta falta de instinto asesino es un error que este grupo lleva cometiendo durante bastante tiempo y con distintos entrenadores a su cargo. Y es que por mucho que Benítez cometiera errores en el partido, no es ni el único ni el máximo responsable de no haber ganado el derbi. Por mucho que nuestro "capitán" le ponga a los pies de los caballos.

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