miércoles, 3 de junio de 2015

Bienvenido Rafa

Acaba de hacerse oficial la  noticia de que Rafa Benítez será el nuevo entrenador del Madrid esta temporada, ocupando así el lugar de Carlo Ancelotti al frente del banquillo blanco.

Benítez no era, ni de lejos, la opción preferida por gran parte del madridismo (entre los que me incluyo), pero ha sido la opción escogida por el club, por lo que no queda otra que desearle todo lo mejor en esta etapa, y confíar en que esté lo más acertado posible en su trabajo. Y es que si hay algo que el nuevo técnico blanco garantiza es eso: trabajo y dedicación hasta límites obsesivos, algo a lo que hay que sumar un sentimiento madridista que ha quedado demostrado en su discurso de presentación. Precisamente su punto fuerte, su ética del trabajo, parece que le sitúa en una posición de conflicto con algunos pesos pesados de la plantilla (como el bocazas de Ramos); esta circunstancia puede acabar siendo beneficiosa para el club, en la medida en la que sirva para sacar a la luz el carácter poco competitivo que se ha instalado en el vestuario. También es un punto positivo el hecho de que es un técnico de cantera; aplicando esto al Madrid podemos extraer dos lecturas: La primera es que difícilmente podrá desarrollar esa idea aquí, viendo el escaso nivel mostrado por el Castilla esta temporada, y la segunda es que cuidará la evolución de los jóvenes fichajes realizados por el club (Asensio, Odergaard, Pieters etc).

La principal razón por la que el madridismo no se ha sentido atraído por Benítez es la trayectoria descendente de su carrera; desde sus grandes éxitos al frente del Valencia, culminados con la Champions League al frente del Liverpool, los resultados del técnico han ido claramente a menos, sus reds campeones de Europa acabaron bajando el nivel drásticamente en las temporadas siguientes, así como el inter post-Mourinho donde recaló después. Se puede decir que salvó los muebles al frente del Chelsea consiguiendo un trofeo menor como la Europa League y clasificando al equipo como terecero, y finalmente su etapa en el Nápoles ha sido bastante mediocre, sin dar el salto de calidad que se esperaba en el equipo del sur de Italia tras la salida de Mazzarri. También se le achaca su juego defensivo, algo que creo que se corresponde más con el tipo de plantillas que ha tenido que con otra cosa, además bien ejecutado, el contragolpe y el ritmo rápido puede ser un estilo que saque lo mejor del equipo, por lo que al menos en este aspecto creo que se merece el beneficio de la duda, y habrá que esperar a ver cómo desarrolla su idea de juego.

Por último, y como ya he mencionado anteriormente, está el tema de su relación personal con el vestuario. No parece que sea un hombre con mucha mano izquierda, a tenor de lo que dicen los jugadores a los que ha entrenado, y parece que esto le puede conducir a conflictos con las estrellas. Dosificar a Cristiano, gestionar el tema de la portería y mantener el nivel de exigencia y regularidad de algunos jugadores (Marcelo, Ramos o Benzema son ejemplos claros) son los temas más espinosos en lo que a gestión de grupo se refiere. Aquí parece probable que cuente con el apoyo de un sector cada vez más mayoritario de la afición, que parece cansarse de aguantar el bajo nivel competitivo de una plantilla que debería dar mucho más de sí. Esperemos que también cuente con el respaldo del presidente en este sentido.

En resumen, estos son los aspectos que, a priori, enmarcan la llegada de Benítez al Real Madrid. Ahora sólo queda olvidar si fue o no la opción preferida y comenzar a juzgarle por lo que logre en nuestro club, deseándole siempre la mejor de las suertes porque, al fin y al cabo, su suerte será la nuestra.

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